Todas las participantes coincidieron en que las mujeres indígenas en el país siguen siendo discriminadas, excluidas y violentadas en sus derechos humanos, lingüísticos, de acceso a la educación y a los servicios de salud en sus propias lenguas.
Uitz May consideró que en la región de donde es originaria, Valladolid, Yucatán, a pesar de que las jóvenes ya no tienen que emigrar para poder acceder a estudios superiores, porque cuentan con una universidad, aún hay mucho que trabajar, debido a que no están preparadas para superar las muchas barreras económicas, sociales y culturales que les imponen por el hecho de ser mujer.
Ante un auditorio de población estudiantil y con la presencia de la directora de la División de Proceso Social de la Unich, Susana Nataraén Antonio, Uitz May comentó que en el ámbito en que ella se desarrolla, que es el académico, persiste el machismo y, con frecuencia, se pone en duda la calidad del trabajo que realiza una mujer, además de que generalmente el hombre recibe un sueldo mayor, no obstante que realizan la misma labor.
Por su parte, Raquel Santiago Maganda, de origen afrodescendiente, dijo que las mujeres de su origen no existen en esta sociedad, “no la tenemos fácil porque cada día tenemos que enfrentar mayores filtros para mostrar que somos capaces de realizar un buen trabajo, en el ámbito que sea”.
Indicó que los roles de género que se han creados en los hogares, se trasladan normalmente al terreno laboral, y destacó que, en el periodismo, donde ella se desarrolla, en las redacciones los derechos humanos son violentados, “irónicamente porque la línea del medio es de defensa de los derechos humanos”.
A su vez, Hernández Estrada, de origen purépecha, que se desarrolla en el ámbito del cine, dijo que en las comunidades indígenas es muy difícil para las mujeres tener acceso a los servicios educativos y de salud, y consideró que el cine es una herramienta muy importante y potente para denunciar la situación de las mujeres en el país, especialmente las indígenas, “muchas mujeres en mi comunidad no pueden acceder tan fácilmente al espacio que ocupo en el medio cinematográfico”.
Más tarde, en el Teatro “Daniel Zabadua”, en esta ciudad, la actriz, escritora y cantante zapoteca, Sótera Cruz, ofreció un concierto de música y poesía para mujeres indígenas. Ella es originaria de Juchitán, Oaxaca y es la protagonista de la cinta Xquipi’ Guie’dani “El ombligo de Guie’dani”, ganadora de premio “Las Diosas de Plata”.
En el marco de esta conmemoración, las panelistas asistieron a entrevistas en los programas “Mañanas de 10” y “Voces de mujeres en lenguas indígenas”, que se transmiten en el Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía, donde indicaron que falta mucho por hacer para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida pública y privada. Cabe mencionar que el programa se transmitió en la lengua tsotsil.