Por Gonzalo Pérez.
El Pan de Muerto es un elemento importante en las ofrendas de la temporada, que no solo une a vivos y muertos según la cosmovisión mexicana, también une a las familias durante su elaboración así como con los parientes que viven en otros estados, como en la familia Achac oriundos de la capital de Tlaxcala, ellos elaboran desde el día de hoy su propio pan de muerto para la próxima ofrenda a sus difuntos, también para enviarle a sus familiares que viven en estados como Chihuahua. Los Achac tienen esta tradición familiar que se remonta a unos 60 años en que cocían el pan en horno de piedra.
Al Pan de Muerto se le asocia al pan de la eucaristía, influencia de la religión católica que los evangelizadores españoles introdujeron a su llegada a nuestro continente. También se le vincula a la costumbre azteca de ofrecer doncellas en sacrificio a los dioses y colocar su corazón en un recipiente de amaranto. Fotos: Cristihan Martínez/NierikaImages