En virtud de la discriminación y exclusión que ha vivido la mujer indígena de manera histórica, estructural y sistemática, la Iniciativa de Reforma Constitucional sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y Afromexicano, -que pronto se entregará al Presidente de México a efecto de que se envíe al Congreso de la Unión- busca garantizar su participación efectiva y en condiciones de igualdad en todos los ámbitos de la vida de los pueblos indígenas y del estado mexicano. Lo anterior, con pertinencia cultural y especial atención a la protección de su salud, el acceso a la educación, el uso y disfrute de la tierra y los recursos naturales, la participación política, en los procesos de desarrollo, a una vida libre de violencia y discriminación, a las garantías de acceso a la justicia y al pleno respeto de sus derechos humanos. Con ello se estarían colocando las bases constitucionales para una sociedad igualitaria y equitativa entre hombres y mujeres indígenas.